EL
ANIMAL INTELECTUAL, EL HOMBRE Y EL SUPER-HOMBRE
En realidad de verdad, ha llegado el momento en que nosotros
debemos cooperar con el Sol para que surja el hombre en nosotros.
Ante todo necesitamos de la DISPONIBILIDAD AL HOMBRE; es necesario
que el hombre se forme dentro de nosotros, como la mariposa
dentro de la oruga. Tenemos "gérmenes" para
el hombre; ellos están depositados en nuestras glándulas
sexuales. Si nosotros cooperamos con el Sol, esos "gérmenes"
se desarrollarán, y dentro de nosotros mismos, en las
profundidades de nuestra psiquis, nacerá el hombre
verdadero.
Ante todo, si queremos que surja el hombre dentro de nosotros,
si queremos que esos "gérmenes" se desarrollen
en nuestra constitución psicosomática, se hace
necesario aceptar el sistema sexual de los hombres, el sistema
de "kriyashakti", ese que tanto odian las escuelas
de tipo pseudo-esotérico y pseudo-ocultista, eso que
tanto abominan algunos místicos equivocados...
(...)
¡Grande
fue, pues, la degeneración del hombre cuando derramó
el "Vaso de Hermes Trismegistro", cuando cayó
en la "generación animal", cuando devino
como un monstruo de perversidad! Pero si aceptamos el sistema
de reproducción de "kriya-shakty", el de
los hombres reales, el de los hombres verdaderos que en el
mundo han sido, se desarrollarán los "gérmenes"
del hombre Real dentro de nosotros mismos y nos convertiremos
en hombres.
Por ahí, en un códice de Anahuac, leí
una frase que dice: "Los Dioses crearon a los hombres
de madera, y después de haberlos creado los fusionaron
con la Divinidad". Pero también añade el
códice: "No todos los hombres lograron fusionarse
con la Divinidad"... Esto me recuerda a José y
a María en el Crístico Evangelio, a él
trabajando como carpintero para ganarse la vida, y esto me
recuerda también a muchos otros "CARPINTEROS"
de distintas mitologías.
Ciertamente, se necesita ser "carpintero", maestro
de artes, un maestro de la Gran Obra, un hombre que de verdad
esté dispuesto a sacrificarse, renunciando a todos
los placeres de la bestialidad para poder llegar un día
a la unión con lo Divinal.
Al hablar de "LO DIVINAL", no quiero referirme a
un Señor allá, detrás de una nube lanzando
rayos y centellas contra este triste hormiguero humano. Cuando
hablo de "LO DIVINAL", quiero referirme a un Quetzalcoatl,
al LOGOS, a la Unidad Múltiple Perfecta, a los PRINCIPIOS
INTELIGENTES que gobiernan todo lo que es, ha sido y será.
Obviamente, podemos integrarnos con lo Divinal si eliminamos
de sí mismos el EGO ANIMAL que existe dentro de cada
uno de nosotros. Vuelvo a decir lo que antes dijera: un manojo
de pasiones, de odios, iras, celos, etc., eso es el "Yo".
Si en verdad nosotros cometemos el error de reemplazar el
"PUNTO MATEMATICO" de la creación por el
"QUERIDO EGO", obviamente no entenderíamos
-repito- lo que es la Creación. Necesitamos nosotros
eliminar el Ego, el "Yo", el "mí mismo",
acabar con nuestros defectos de tipo psicológico, si
es que queremos -algún día- integrarnos con
la Divinidad.
Primero hay que crear al hombre dentro de nosotros mismos
y más tarde debemos crear dentro de nosotros mismos
al Super-Hombre.
El Super-Hombre es terriblemente divino, está más
allá del bien y del mal. Federico Nietzche, hablando
sobre el Super-Hombre, dijo: "El hombre no es más
que un puente tendido entre el animal y el Super-Hombre, un
peligroso bache en el camino, un peligroso mirar atrás;
todo en él es peligroso, ha llegado la hora del Super-Hombre"...
El Super-Hombre, en realidad de verdad, está más
allá de todos los códigos morales. Bien sabemos
que la moralidad es hija de las costumbres y de los tiempos;
lo que en un tiempo fue "moral", en otra época
es "inmoral", lo que en un país puede ser
"moral", en otro país no lo es. Así
pues que, la moral es meramente convencional. Necesitamos
una ética revolucionaria, necesitamos la ética
del Super-Hombre.
El hombre, después que se integra con lo Divinal, indubitablemente
adquiere los poderes que antes tuvieran los Lemures; cuando
el hombre se integra con lo Divinal, puede mandar sobre el
fuego, el aire, las aguas y la tierra; cuando el hombre se
integra con lo Divinal, empuña la espada de la Justicia
Cósmica para gobernar a todas las fuerzas de la Naturaleza.
En el mundo han existido verdaderos hombres, y todos presentimos,
en el fondo de nuestros corazones, que un día caminó
el Super-Hombre sobre la faz de la Tierra. Todos presentimos
la existencia del Super-Hombre, todos parece que lleváramos,
en el fondo de nosotros mismos, reminiscencias olvidadas del
Super-Hombre.
El Super-Hombre es un Buddha, Gautama Sakya-Muni; Super-Hombre
es un Moisés, ese que pudo mandar a los elementos de
la Naturaleza, ese que aterrorizó a los egipcios, ese
que abrió las aguas del Mar Rojo para que los israelitas
pasaran por allí. Super-Hombre en realidad de verdad,
es un Quetzalcoatl, viva encarnación del Logos; Super-Hombre,
en realidad de verdad, fue un sabio como aquél que
se conociera con el nombre de Hermes Trismegistro, el tres
veces grande Dios Ibis de Thot.
Hoy por hoy -seamos sinceros con nosotros mismos- somos vulnerables,
débiles; hoy por hoy somos criaturas indefensas, llenas
de odios, de guerras y de abominaciones. Necesitamos que surja
en nosotros el Hombre, necesitamos que aparezca en nosotros
el Super-Hombre. ¿De qué manera? Podemos crear
primero al Hombre y mucho más tarde, con el tiempo,
nacerá entonces en nosotros el Super-Hombre. El Super-Hombre,
en realidad de verdad, tiene que llegar a dominar el Universo
entero; el Super-Hombre debe surgir en nosotros con poderes
extraordinarios, como para mandar en esta Creación.
Amigos: en el sexo está el camino, el camino es eminentemente
sexual. Inútilmente andaremos buscando la verdad en
escuelas, teorías, sectas, etc. Necesitamos aprender
a manejar la energía creadora del Tercer Logos, si
es que en verdad deseamos convertirnos en Super-Hombres, en
el sentido más completo de la palabra.
Cuando un hombre y una mujer se unen, algo se crea, aunque
sea una larva o un hijo. Si nosotros aprovechamos las fuerzas
extraordinarias de la Creación que rodea a la pareja
durante la cópula química, podemos -con tales
energías- transformarnos, convertirnos en hombres verdaderos
y mucho más tarde en Super-Hombres.
Desgraciadamente la humanidad se ha metido por el camino de
la degeneración, hoy en día la humanidad ha
llagado al máximo de la degeneración. Bien saben
ustedes que hay países donde el lesbianismo y el homosexualismo
están legalizados, donde los hombres se casan con los
hombres y las mujeres con las mujeres. También es muy
cierto y de toda verdad que es tan grande la degeneración,
que ya hay países en los que se quiere legalizar hasta
el mismísimo INCESTO. Por ese camino llegará
el día en que el padre se casará con la hija,
el hijo con la madre, el hermano con la hermana, etc. Eso
lo llaman, hoy en día, "dizque" "emancipación",
"civilización" y no sé que más.
Los hogares se han desintegrado, ahora la mujer anda por una
parte y el hombre por la otra. Se ha perdido la unidad familiar
y los vicios corroen esta civilización hasta el tuétano
de los huesos. La humanidad, por estos tiempos, está
involucionando espantosamente y no hay duda de que, a medida
que la humanidad involuciona, también la Tierra se
precipita por el camino involutivo, descendente (...)
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