Lo
que sigue es apenas una minúscula parte de las incontables
historias del Mulla Nasrudin, personaje emblemático utilizado
por los maestros sufis (y muchos maestros espirituales) como
apoyo iniciatico al servicio de sus enseñanzas.
En occidente se los conoce por los libros de Idries Shah.
LAS
ARMAS DEL MULLA
Mulla
Nasrudin inicio un viaje hacia tierras lejanas, motivo por
el cual se consiguió una cimitarra y una lanza. En
el camino, un bandido cuya única arma era un bastón,
se le hecho encima y lo despojo de sus pertenencias.
Cuando
llego a la ciudad mas próxima, el Mulla contó
su desgracia a sus amigos, quienes le preguntaron como había
sucedido que el, estando armado con una cimitarra y una lanza,
no hubiera podido dominar a un ladrón armado con un
modesto bastón.
El
replico: El problema fue precisamente que yo tenia las dos
manos ocupadas, una con la cimitarra y la otra con la lanza.
¿Como creen ustedes que hubiera podido salir airoso?
La
interpretación de esta historia se vuelve evidente
al conocer otra acerca del erudito ....
EL
ERUDITO
Mulla
Nasrudin consiguió trabajo de barquero. Cierto dia,
transportando a un erudito, el hombre le pregunta:
-¿Conoce
usted la gramática?
-No,
en absoluto - responde Nasrudin.
-
Bueno permítame decirle que ha perdido usted la mitad
de su vida - replica con desdén el erudito.
Poco
después, el viento comienza a soplar y la barca esta
a punto de ser tragada por las olas. Justo antes de irse a
pique, el Mulla pregunta a su pasajero:
-
¿Sabe usted nadar?
-
¡No! - contesta, aterrorizado, el erudito.
-
Bueno, ¡permítame decirle que ha perdido usted
toda su vida!
Esta
segunda historia se relaciona directamente con la anterior.
Nos dice: ¿De que sirve tener un conocimiento si no
sabemos aplicarlo a la realidad?
En
otras palabras, ¿de que sirve armarnos de un saber
inútil?
Después
de haber leído ambas historias, me pregunto: ¿Que
se? ¿De que hablo? ¿Es necesario instruirse?
Si, es importante hacerlo, pero hay que indagar de que sirve
el conocimiento adquirido y saber deshacernos del que es inútil.
Por mi parte prefiero utilizar el conocimiento para desarrollar
una técnica personal que conozca a fondo y se aplique
a la realidad, en vez de coleccionar miles de conocimientos
que no aplicare nunca.
¿De
que sirven todas las teorías sobre la sexualidad, el
amor, el bien, la oración, .... , si jamás la
aplico?Es como ocultarse atrás de ese saber, para no
hacer nada.
LA
SOPA DE PATO
Cierto
dia, un campesino fue a visitar a Nasrudin, atraído
por la gran fama de este y deseoso de ver de cerca al hombre
mas ilustre del país. Le llevo como regalo un magnifico
pato.
El
Mulla, muy honrado, invito al hombre a cenar y pernoctar en
su casa. Comieron una exquisita sopa preparada con el pato.
A la mañana siguiente, el campesino regreso a su campiña,
feliz de haber pasado algunas horas con un personaje tan importante.
Algunos
días mas tarde, los hijos de este campesino fueron
a la ciudad y a su regreso pasaron por la casa de Nasrudin.
-
Somos los hijos del hombre que le regalo un pato - se presentaron.
Fueron
recibidos y agasajados con sopa de pato.
Una
semana después, dos jóvenes llamaron a la puerta
del Mulla.
-
¿Quienes son ustedes?
-
Somos los vecinos del hombre que le regalo un pato.
El
Mulla empezó a lamentar haber aceptado aquel pato.
Sin embargo, puso al mal tiempo buena cara e invito a sus
huéspedes a comer.
A
los ocho días, una familia completa pidió hospitalidad
al Mulla.
-
Y ustedes ¿quienes son?
-
Somos los vecinos de los vecinos del hombre que le regalo
un pato.
Entonces
el Mullah hizo como si se alegrara y los invito al comedor.
Al cabo de un rato, apareció con una enorme sopera
llena de agua caliente y lleno cuidadosamente los tazones
de sus invitados. Luego de probar el liquido, uno de ellos
exclamo:
-
Pero .... ¿que es esto, noble señor? ¡Por
Ala que nunca habíamos visto una sopa tan desabrida!
Mulla
Nasrudin se limito a responder:
-
Esta es la sopa de la sopa de la sopa de pato que con gusto
les ofrezco a ustedes, los vecinos de los vecinos de los vecinos
del hombre que me regalo el pato.
En
un momento dado, existe una verdad. Enseguida, todos la quieren
conocer, pero reciben la versión de la versión
de la verdad. Y en el fondo, nada pueden aprender de ella.
Ciertas
verdades son la sopa en la cual no hay ni sombra del pato.
LA
MIEL EN EL FUEGO
El
Mulla calentaba miel en el fuego, cuando un amigo llego de
improviso.
La
miel comenzó a hervir y Nasrudin le convido a su visitante.
Estaba tan caliente, que el otro se quemo.
-
¡Haz algo! - exclamo el amigo.
Entonces
el Mulla tomo un abanico y lo agito por encima de la olla
.... con el propósito de enfriar la miel.
Psicologicamente,
sucede lo mismo con cada uno de nosotros. Nuestra miel hierve,
nos quema. Decimos que es necesario enfriarla, pero no la
retiramos del fuego. No cambiamos en absoluto.
EL
CONTRABANDISTA
Nasrudin
solía cruzar la frontera todos los días, con
las cestas de su asno cargadas de paja. Como admitía
ser un contrabandista cuando volvía a casa por las
noches, los guardas de la frontera le registraban una y otra
vez. Registraban su persona, cernían la paja, la sumergían
en agua, e incluso la quemaban de vez en cuando.
Mientras
tanto, la prosperidad de Nasrudin aumentaba visiblemente.
Un
dia se retiro y fue a vivir a otro país, donde, unos
años mas tarde, le encontró uno de los aduaneros.
-
Ahora me lo puedes decir, Nasrudin, ¿Que pasabas de
contrabando, que nunca pudimos descubrirlo?
-
Asnos - contesto Nasrudin.
El
hecho de que la persona media piense según unas pautas
determinadas y no pueda adaptarse a un punto de vista muy
diferente, le hace perder gran parte del sentido de la vida.
Puede vivir, incluso progresar, pero no puede comprender lo
que ocurre.
EL
OSO
Un
rey que gustaba de la compania de Nasrudin, y también
de la caza, le ordeno que le acompañara en la caza
del oso. Nasrudin estaba aterrado.
Cuando
Nasrudin volvió a su aldea, alguien le pregunto: -
¿Como fue la caza?
-
Maravillosamente.
-
¿Cuantos osos viste?
-
Ninguno.
-
Entonces, ¿por que dices que fue maravillosamente?
-
Cuando estas cazando osos, y tu eres yo, no ver ningún
oso es una experiencia maravillosa.
Las
normas del bien y del mal dependen de criterios individuales
o de grupos y no de hechos objetivos. Hasta que experimentemos
esto internamente y lo aceptemos intelectualmente, no seremos
capaces de la comprensión interna.
El
sufismo niega la suposición de que el mero hecho de
vivir nos hace perceptivos. Un hombre puede estar clinicamente
vivo y perceptivamente muerto. La lógica y la filosofía
no le ayudaran a alcanzar la percepción.
Un
aspecto del siguiente relato lo pone de manifiesto :
El
Mulla estaba pensando en voz alta.
-
¿Como se si estoy vivo o muerto?
-
No seas necio - dijo su esposa - si estuvieras muerto, tus
miembros estarían fríos.
Poco
tiempo después, Nasrudin se encontraba en el bosque
cortando leña. Era pleno invierno. De repente se dio
cuenta de que tenia fríos las manos y los pies.
Indudablemente
estoy muerto - pensó - de modo que debo interrumpir
mi trabajo. Los cadáveres no van por ahi caminando,
se tendió sobre la hierba.
Pronto
llego una manada de lobos y empezó a atacar al asno
de Nasrudin, que estaba atado a un árbol.
-
Vamos, continuad, aprovechaos de un hombre muerto - dijo Nasrudin
sin moverse - pero si estuviera vivo, no os permitiría
estas libertades con mi asno !
por
Idries Shah
|