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LA EXPERIENCIA EXTRA-CORPORAL EN LA UNIVERSIDAD


 

 

La salida en astral, que los americanos llaman con un término más exacto la experiencia out-of-the-body (fuera del cuerpo), es sin duda uno de los fenómenos parapsicológicos más difícilmente estudiables en laboratorio. En efecto, si la telepatía, la psicocinesis o la clarividencia pueden verificarse mediante un protocolo científico riguroso, no sucede lo mismo para este asombroso estado de conciencia, durante el cual el espíritu o el alma abandona su envoltura carnal para viajar en una dimensión en que no hay soporte alguno. ¿Como medir y cuantificar con aparatos precisos esta experiencia? ¿Como saber si no se trata de un sueño un tanto insólito surgido de mecanismos físicos o psíquicos desconocidos pero no pertenecientes en absoluto a la parapsicología?

El doctor Charles T. Tart, profesor de psicología en la Universidad de California, es sin duda el primer sabio que aplico los métodos de laboratorio a este género de fenómenos. Gracias a un voluntario que él llama Srta. Z..., llegó a demostrar que la salida en astral puede ser estudiada en el marco de un protocolo científico muy riguroso, y que da lugar a ciertas observaciones particularmente interesantes sobre este aspecto hasta entonces poco controlable de la parapsicología.

El sujeto psi utilizado por el Dr. Tart es una mujer absolutamente normal y equilibrada. La Srta. Z... esta dotada de una extrema sensibilidad, ha sufrido mucho durante su existencia, pero no presenta problemas particulares.

Le contó un día al parapsicólogo que tiene a veces la impresión durmiendo, de abandonar su cuerpo y de asistir, sin desearlo a escenas lejanas a menudo tremendamente preocupantes.

También le sucedió que sin abandonar su habitación, sintió a su espíritu "arrimarse" literalmente al techo y observar durante largos minutos su cuerpo sumido en el sueño antes de reintegrarse a él.

¿Era esto una enfermedad singular o un poder psi?. Mujer realista y poco dada a los fantasmas, había optado por la primera hipótesis.

El Dr. Tart después de haber escuchado cuidadosamente sus testimonios no era de la misma opinión. La Srta. Z... vivía realmente en sueños todas las fases de la experiencia out-of-the-body. Le pidió por lo tanto que durmiera algunos días al mes en su laboratorio, bajo el control de aparatos, a fin de intentar establecer datos tangibles sobre el fenómeno. Ciertamente la salida en astral no se puede provocar por encargo. Pero la Srta. Z... repitió los ensayos de forma relativamente regular y se puso a punto un programa de observación que tuvo en cuenta la periodicidad del acontecimiento. Por otra parte el Dr. Tart utilizó la inducción sofrónica para intentar provocar el out-of-the-body.

La salida en astral se presentó un cierto número de veces y son estas las experiencias que conforman el objeto de un informe extraordinario en el célebre "Journal of the American Society of Fisical Research". En el curso de una de estas noches, por ejemplo, el espíritu de la Srta. Z... vivió una escena de accidente que, a centenares de kilómetros de allí, le costó la vida a un niño. Su madre, que conducía el vehículo, se durmió al volante y el automóvil chocó contra una gasolinera y se prendió fuego. La Srta. Z... tuvo la impresión de encontrarse en el vehículo mientras la mujer se dormía. Incluso intentó despertarla pero la otra ni la vio ni la oyó. La Srta. Z... dio detalles precisos e incluso pudo leer en el astral un cartel indicador de la población en cuyas inmediaciones se produjo el accidente. Por la mañana todos estos detalles estaban bien nítidos en su espíritu. Tart los anotó y los verificó todos. Eran de una exactitud asombrosa.

Pero lo más interesante son los resultados registrados por los aparatos que vigilaron los ritmos de su cerebro durante el sueño y que reaccionaron claramente a la experiencia de la salida en astral. El ritmo alfa en particular sufrió una fuerte perturbación. También el electrocardiograma registró variaciones en el mismo momento. Los electrodos que vigilaban la conductibilidad de la piel, las reacciones nerviosas, manifestaron asimismo una actividad insólita.

El Dr. Tart probó por consiguiente que la salida en astral puede controlarse, léase estudiarse, en forma sistemática con aparatos de medición clásicos. Es un fenómeno cuantificable, por lo tanto un hecho científico que la psico-fisiología deberá tener en cuenta, porque explica sin duda muchos misterios parapsicológicos.

Y si, como lo cree seriamente el Dr. Tart, existe además un medio científico de orientar esta salida fuera del cuerpo, se abre un mundo de conocimientos completamente inéditos.

 

 

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