Hay
que aprender, por experiencia propia, a hacer diferenciación
entre las imágenes que son recibidas y las imágenes
que consciente o inconscientemente creamos y proyectamos.
Hay
que hacer diferencia entre las imágenes propias y las
imágenes que vienen a nosotros.
La
imaginación tiene dos polos: uno receptor y otro proyector.
Una cosa es recibir una imagen, y otra cosa es proyectar una
imagen creada por nuestro entendimiento.
El
polo contrario de la imaginación, es lo imaginario.
La imaginación es clarividencia.
Lo
imaginario son las imágenes absurdas creadas por una
mente llena de aberraciones.
Los
instructores no solamente deben entregar prácticas
a los discípulos para el despertar del chacra frontal,
sino también deben enseñarles a manejar la clarividencia.
La
clarividencia es la imaginación cuyo chacra reside
en el entrecejo. La imaginación es el traslúcido;
para el sabio, imaginar es ver.
La
era de la razón se inició con Aristóteles;
llegó a su culminación con Emmanuel Kant, y
termina ahora con el nacimiento de la mueva era Acuaria. La
nueva era Acuaria será la era de la humanidad intuitiva.
Tenemos
que aprender a hacer diferencia entre lo que es crear una
imagen con el entendimiento, y lo que es captar una imagen
que flota en los mundos suprasensibles."
La
clarividencia es la imaginación. La clarividencia es
la flor más bella, más sencilla y más
pura de la espiritualidad. Cuando reconquistamos la infancia
perdida, entonces todas las imágenes que vienen a nuestra
imaginación van acompañadas de vivísimos
colores astrales.
El
intelectual que desprecia la imaginación, comete un
gravísimo absurdo, porque todo lo que existe en la
naturaleza es hijo de la imaginación. El artista que
pinta un cuadro es un gran clarividente. Uno se queda anonadado
ante el "Cristo" de Leonardo de Vinci, o ante la
"Madona" de Miguel Angel. El artista percibe con
su imaginación (clarividencia) sublimes imágenes,
que luego pasa a sus acuarelas o a sus esculturas.
Cuando
la diosa madre del mundo, quiere entregarle a los hombres
algún juguete para que se diviertan, entonces lo deposita
en la imaginación de los inventores. Así tenemos:
la radio, el avión, los automóviles, etc.
Las
imágenes tenebrosas de los mundos sumergidos cuando
son captadas por los científicos, se convierten en
cañones, ametralladoras, bombas, etc.
Así
pues, la imaginación pertenece a todos los Mundos de
Conciencia Universal, y la Clarividencia es precisamente la
misma imaginación, susceptible de desarrollo, evolución
y progreso, dentro de la Rosa Ignea del Universo.
Del
libro "Rosa Ígnea"
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