¿Por
qué el dinero ha asumido tan inmensa importancia en
nuestra vida? ¿Acaso dependemos exclusivamente de él
para nuestra propia felicidad psicológica? Todos los
seres humanos necesitamos, pan, abrigo y refugio; esto se
sabe. Pero, ¿por qué es que esto tan natural
y sencillo para las aves del cielo, ha asumido importancia
y significación tan tremenda y espantosa? El dinero
ha asumido tal valor exagerado y desproporcionado porque psicológicamente
dependemos de él para nuestro bienestar. El dinero
alimenta nuestra vanidad personal, nos da prestigio social,
nos brinda los medios de lograr el poder. El dinero ha sido
usado por la mente con fines y propósitos totalmente
diferentes de los que tiene en si mismo, entre las cuales
esta cubrir nuestras necesidades físicas inmediatas.
El dinero esta siendo utilizado con propósitos psicológicos;
esa es la causa por la cual el dinero ha asumido una importancia
exagerada y desproporcionada.
Necesitamos
dinero para tener pan, abrigo y refugio; eso es obvio. Pero
cuando el dinero se convierte en una necesidad psicológica.
Cuando lo utilizamos con propósitos diversos de los
que tiene en sí mismo, cuando dependemos de él
para conseguir fama, prestigio, posición social etc.,
entonces el dinero asume ante la mente una importancia exagerada
y desproporcionada; de aquí se origina la lucha y el
conflicto por poseerlo.
Es
lógico que tenemos necesidad de conseguir dinero para
satisfacer nuestras necesidades físicas. (Para tener
pan, abrigo y refugio). Pero si dependemos del dinero exclusivamente
para nuestra propia felicidad y satisfacción personal,
entonces somos los seres más desgraciados de la tierra.
Cuando comprendemos profundamente que el dinero sólo
tiene por objeto proporcionarnos pan, abrigo y refugio, entonces
le ponemos espontáneamente una limitación inteligente;
el resultado de esto es que el dinero ya no asume ante nosotros
esa importancia tan exagerada que tiene cuando se convierte
en una necesidad psicológica.
El
dinero en si no es bueno ni malo. Todo depende del uso que
hagamos de él. Si lo utilizamos para el bien, es bueno.
Si lo utilizamos para el mal, es malo.
Necesitamos
comprender a fondo la verdadera naturaleza de la sensación
y de la satisfacción. La mente que quiera llegar a
comprender la verdad debe estar libre de estas trabas.
Si
queremos de verdad libertar el pensamiento de las trabas de
la sensación de satisfacción, tenemos que empezar
con aquellas sensaciones que son para nosotros más
familiares, y establecer allí el adecuado cimiento
para la comprensión. Las sensaciones tienen su lugar
adecuado y cuando las comprendemos profundamente en todos
los niveles de la mente, no asumen la estúpida deformación
que ahora tiene. Muchas personas piensan que si todo orden
de cosas marchase de acuerdo con el partido político
al cual pertenecen y por el cual luchan siempre, entonces
tendríamos un mundo feliz lleno de abundancia, paz
y perfección. Ese es un concepto falso, porque realmente
nada de eso puede existir si antes no hemos comprendido individualmente
el verdadero significado de las cosas. El ser humano es demasiado
pobre internamente y por eso necesita del dinero y de las
cosas para su sensación y satisfacción personal.
Cuando alguien es pobre internamente busca externamente dinero
y cosas para completarse y buscar satisfacción. Es
por eso que el dinero y las cosas materiales han tomado un
valor desproporcionado y que el ser humano esté dispuesto
a robar, explotar, y mentir a cada instante. A eso se debe
la lucha entre el capital y el trabajo, entre patronos y obreros,
entre explotadores y explotados, etc.
Son inútiles los cambios políticos sin haber
comprendido antes nuestra propia pobreza interior. Pueden
cambiarse una y otra vez los sistemas económicos, pueden
alterarse una y otra vez el sistema social, pero si no hemos
comprendido profundamente la íntima naturaleza de nuestra
pobreza interior, el individuo creará siempre nuevos
medios y caminos de obtener satisfacción personal a
costa de la paz de otros.
Es
urgente comprender profundamente la naturaleza íntima
de este "mí mismo", si es que realmente queremos
ser ricos internamente. Quien es rico internamente es incapaz
de explotar al prójimo, es incapaz de robar y de mentir.
Quien es rico internamente está libre de las trabas
de la sensación y satisfacción personal. Quien
es rico internamente ha hallado la felicidad.
Necesitamos
dinero, es cierto. Pero es necesario comprender profundamente
nuestra justa relación con éste. Ni el asceta,
ni el avaro codicioso han comprendido jamás cuál
es nuestra justa relación con el dinero. No es renunciando
al dinero, ni codiciándolo, como podemos llegar a entender
nuestra justa relación con éste. Necesitamos
comprensión para darnos cuenta inteligentemente de
nuestras propias necesidades materiales sin depender desproporcionalmente
del dinero.
Cuando
comprendemos nuestra justa relación con el dinero,
termina de hecho el dolor del desprendimiento, y el sufrimiento
espantoso que nos produce la competencia. Debemos aprender
a diferenciar entre nuestras necesidades físicas inmediatas
y la dependencia psicológica de las cosas. La dependencia
psicológica de las cosas crea la explotación
y la esclavitud.
Necesitamos
dinero para cubrir nuestras necesidades físicas inmediatas.
Desgraciadamente la necesidad se transforma en codicia. El
"yo" psicológico, percibiendo su propia vaciedad
y miseria, suele darle al dinero y a las cosas un valor distinto
al que tienen, un valor exagerado y absurdo. Así es
como el "yo" quiere hacerse sentir, deslumbrar al
prójimo con las cosas y el dinero. Hoy en día
nuestra relación con el dinero se basa en la codicia.
Alegamos siempre necesidad, para justificar codicia. La codicia
es la causa secreta del odio, y de las brutalidades del mundo.
Estas ultimas suelen asumir muchas veces aspectos legales.
La codicia es la causa de la guerra y de todas las miserias
de este mundo. Si queremos acabar con la codicia del Mundo,
debemos comprender profundamente que ese Mundo está
dentro de nosotros mismos. Nosotros somos el Mundo La codicia
de los demás individuos está dentro de nosotros
mismos. Realmente todos los individuos viven dentro de nuestra
propia con ciencia. La codicia del mundo está dentro
del individuo. Solo acabando con la codicia que llevamos dentro
terminará la codicia en el mundo. Sólo comprendiendo
el proceso complejo de la codicia en todos los niveles de
la mente, podemos llegar a experimentar la Gran Realidad.
|