Ante
todo considero que es necesario cambiar, debemos salir del
estado este en el que nos encontramos, que urge una transformación
total dentro de sí mismo.
Indubitablemente
ningún cambio se procesa sin un shock especial. Obviamente
las siete notas Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, se hallan relacionadas
con todos los eventos de la vida. Do, Re, Mi, implican de
hecho una serie de sucesos. Pero observen ustedes que entre
el mismo Fa existe realmente una pausa. Así pues, Fa,
Sol, La, son las notas siguientes. Entre La y Si hay otra
pausa. Si uno se propone en la vida realizar un programa,
habrá de comenzar inevitablemente por la nota Do, proseguirá
con la Re, y llegará a la nota Mi; al llegar a esa
parte tiene dificultades, inconvenientes, que es una pausa
entre la nota Mi y la nota Fa, entonces tiende la corriente
del Sonido a regresar al punto de partida original. Como consecuencia
o corolario, es apenas normal que el esfuerzo inicial, el
proyecto que se puso en marcha zozobre. Pero si uno lanza
un nuevo esfuerzo para atravesar la pausa, es obvio, apenas
normal que se mantendrá en línea recta y hasta
en ascensión el impulso que inició, y el negocio
triunfará.
Continuando
con todo esto vemos que vienen luego las notas Fa, Sol, La.
Pero entre el La y el Si existe una nueva pausa; si no se
refuerza el impulso original, la corriente del Sonido regresará
al punto de partida original y fracasará la empresa,
el proyecto o el negocio. Así que es muy importante
esto de las siete notas de la escala musical; es formidable
esta cuestión de la Corriente del Sonido. Hay que darle
un shock al sonido entre las notas Mi y Fa, y otro entre las
notas La y Si. Siempre se necesita de un shock que le permita
a uno existir, para lograr un cambio, una transformación.
Un
niño nace, viene al mundo. El primer shock que recibe
es el del aire que inhala, que recibe; al llegar el aire,
al recibirlo por primera vez, el niño vive. De manera
que nosotros necesitamos de ese shock meramente físico
para existir. También es cierto que si por ejemplo
en vez de respirar nosotros oxígeno, nitrógeno,
etc., respiráramos por ejemplo monóxido de carbono,
se produciría el shock pero no sería recibido
por el cuerpo, el cuerpo no aceptaría ese shock y vendría
la muerte.
En
cuanto a nuestra tan cacareada civilización moderna
sucede que necesitaría un shock para no morir, para
no ser destruida, ese shock sólo podría ser
a través de otra civilización e inmensamente
superior a la nuestra; sólo así podría
esta civilización no morir. Habría que inventar
el tipo de shock para dárselo a esta civilización
agonizante, pero no se ha inventado ese tipo de shock que
permita a esta civilización transformarse y existir.
Obviamente esta civilización tendrá que morir
por falta de ese shock, eso es claro.
Siguiendo
hacia adelante, tendremos que contemplar al hombre a la luz
del Génesis, sólo así comprenderíamos
qué clase de shocks nos llevarían a la Auto-Realización
Intima del Ser. ¿Qué nos dice el Génesis?
Nos dice que: "en el principio Dios creó los Cielos
y la Tierra". Los ignorantes ilustrados suponen que se
refiere exclusivamente a los Cielos macrocósmicos y
a la Tierra meramente física, la Tierra esta en la
que vivimos. No niego que se refiera también a ella
entre otras cosas, pero específicamente se está
refiriendo en forma concreta al microcosmos-hombre.
Los
cielos son los estados de conciencia dentro de nosotros mismos,
dentro del hombre mismo. En cuanto a la Tierra, es el cuerpo
físico del hombre, la Tierra Filosófica citada
por los alquimistas medievales, la Tierra Filosofal. Así
es que en el principio creó Dios los cielos, -los estados
de conciencia superiores del hombre-, y la Tierra -el cuerpo
físico-.
El
Génesis añade: "la tierra estaba desordenada
y vacía y el espíritu de Dios se movía
sobre la faz de las aguas". ¿A qué se está
haciendo alusión aquí? Simplemente al bípedo
tricerebrado o tricentrado equivocadamente llamado hombre,
al animal intelectual, que es tierra desordenada y vacía,
que tiene su mente en el más completo desorden, es
un verdadero caos, que únicamente cree lo que le informan
los cinco sentidos, que vive en el mundo de las pasiones animales,
que nada sabe sobre lo Real, sobre lo esotérico, que
es absolutamente ignorante, que nunca ha recibido un rayo
de luz, etc. Es el hombre común y corriente, el hombre
del mercado, el hombre de la plaza pública, el hombre
vulgar de la Tierra citado por uno de nuestros rituales gnósticos
-creo que en el de 2º grado-, etc., el tipo sensual y
grosero. Ese es el promedio de la vida humana, el promedio
de todos los millones de seres humanos o humanoides que viven
actualmente sobre la Tierra. Pero, ¿cómo salir
de ese estado? Imaginemos por un momento que nos subimos a
una torre para ver las multitudes humanas. ¿Cómo
hacer para que salgan de ese estado en el que se encuentran?
No hay duda de que cada una de esas personas que en general
componen las multitudes, es tierra desordenada y vacía,
eso es obvio. ¿Cómo hacer? Se necesita un shock
especial, sólo así podría darse el caso
de que hubiera un cambio. Es posible ese shock.
El
Génesis dice que creó Dios la Luz, dijo: "hágase
la luz y la luz fue hecha", y que separó la luz
de las tinieblas. ¿A qué tinieblas se refiere
el Génesis? Pues a las tinieblas que están dentro
de uno mismo, dentro de esta Tierra Filosófica. Pero,
¿qué clase de tinieblas son esas? pues esas
tinieblas constituyen los agregados psíquicos inhumanos
que personifican a nuestros defectos de tipo psicológico:
ira, codicia, lujuria, envidia, orgullo, pereza, gula, etc.,
etc., etc. Bueno, he citado únicamente los siete pecados
capitales, estos se multiplican por otros siete y otros tantos
más y más, y son legión.
Pensemos
en lo que son los agregados psíquicos; ya Virgilio
el poeta de Mantua dijo: "Aunque tuviéramos mil
lenguas para hablar y paladar de acero, no alcanzaríamos
a enumerar todos nuestros defectos cabalmente". Ellos
mismos constituyen las tinieblas que cargamos en nuestro interior.
¡Separar la luz de las tinieblas!, eso es muy difícil,
esa Luz es la Conciencia Superlativa del Ser, hay que arrancársela
a las tinieblas; ese modo de extraerla de entre cada agregado
psíquico inhumano de hecho implica terribles super-esfuerzos
que hay que realizar en sí mismo y dentro de uno mismo,
aquí y ahora. ¡Arrancarle la Luz a las tinieblas!,
eso significa destruir todos esos receptáculos dentro
de los cuales está metida la Esencia, desintegrar esos
agregados, pulverizarlos, para que la Luz Esencial se haga
libre. Eso es lo que se quiere decir con separar la luz de
las tinieblas. "Y a la luz llamó día y
a las tinieblas -de la ignorancia y del error- llamó
noche". Hay que saber comprender, creo que los hermanos
van reflexionando.
Continuando
hacia adelante con el Génesis, veremos nosotros cómo
separa el Creador, el Elohim, a las aguas superiores de las
inferiores, esto pertenece ya al terreno mismo de la Alquimia.
Obviamente en nosotros existe el Azogue, es decir el mineral
en bruto. Cuando se transmuta el Azogue en bruto o mineral
en bruto, que no es otra cosa que el Exiohehari -es decir,
el Esperma Sagrado, hablando en otros términos: las
secreciones de las glándulas endocrinas sexuales-,
entonces se consigue la energía; energía que
asciende hasta el cerebro a través de sus respectivos
canales que son bien conocidos en anatomía oculta.
Esa energía o sustancia -tengo entendido en que hemos
llegado a un modismo en que energía y masa ya no se
diferencian, porque esa energía creadora del Tercer
Logos, es sustancia, sustancia que sube por los canales espermáticos
hasta el cerebro, esa sustancia-energía-, indubitablemente
es el Alma Metálica del Esperma Sagrado o el Exiohehari;
esa Alma Metálica del Esperma Sagrado es pues energía
y es sustancia. Como sustancia la podríamos llamar
Mercurio; no es un Mercurio Seco como el de los "yoes",
los agregados psíquicos que personifican nuestros errores,
no, es un Mercurio líquido, espumoso.
Miradas
las cosas desde este punto de vista, vemos cómo las
aguas superiores mercuriales se desligan, se separan de las
aguas inferiores, hay la separación de aguas. "Y
separo Dios las aguas de las aguas, las aguas superiores de
las aguas inferiores". Claro está que esas aguas
superiores son el Mercurio, que tiene que pasar por varias
fases antes de que se haga digno de recibir al Azufre. En
principio esas aguas mercuriales son negras como el carbón,
posteriormente, a base de grandes sublimaciones, es decir,
refinando el Sacramento de la Iglesia de Roma, que es la Iglesia
del Amor -porque Roma a la inversa se lee Amor-, refinando
tal sacramento, se consigue que las aguas negras se vuelvan
blancas y posteriormente amarillas. En Alquimia hay animales
que alegorizan estas fases del Mercurio. Les dije que en principio
el Mercurio es negro y está representado por un cuervo
negro, que después se vuelve blanco y está representado
por la paloma blanca y luego se vuelve amarillo y está
representado por el águila amarilla, por último
es rojo y está representado por el faisán rojo.
Así que el Mercurio tiene que pasar por cuatro fases:
1º negro, 2º blanco, 3º amarillo, 4º rojo.
Esas fases se hacen posible mediante la sublimación
del trabajo en la Forja de los Cíclopes. Así
que van entendiendo ustedes, el Sacramento de la Iglesia de
Roma, y ya lo saben puesto que son de Tercera Cámara.
Cuando
el Mercurio se ha hecho amarillo, obviamente recibe al Azufre.
¿Cuál es el Azufre? Es el Fuego Sagrado, el
Fuego tiene que fecundar al Mercurio. Así que mezclado
el Fuego con las corrientes asciende por el canal medular
espinal hasta el cerebro. Hablamos de las aguas superiores
y ¿dónde dejaremos a las aguas inferiores? Las
hay; las aguas inferiores, si en principio eran negras, después
tienen que volverse completamente claras. Esto es lo que se
llama "separar las aguas de las aguas para que surja
la ceca, la cual se llama tierra". ¿A qué
seca nos estamos refiriendo? ¿A qué seca alude
el Génesis? Pues a los Cuerpos Existenciales Superiores
del Ser, a eso alude el Génesis.
Obviamente,
este Mercurio ascendente mezclado con el Fuego Sagrado o Azufre,
lleva también cierta cantidad de Sal, Sal sublimada
y cristalizada en nosotros, dentro de nosotros mismos, de
acuerdo con la Ley de las Octavas.
Sal,
Azufre y Mercurio revueltos reciben un nombre en Alquimia,
se les denomina Azoe, ese Azoe en general, cristalizará
dentro de nosotros de acuerdo a la Ley de las Octavas; en
una octava superior cristalizará en nosotros convirtiéndose
en el Cuerpo Astral, y esa cristalización también
se verifica o se realiza de acuerdo con la Ley del Siete,
con la Ley del Eterno Heptaparaparshinock, de acuerdo con
las siete notas musicales: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si. En
una octava viene a cristalizar con esas mismas notas de la
escala, la Sal, el Azufre y el Mercurio en el Cuerpo de la
Mente. Por último, una tercera cristalización
viene a concretarse con el Cuerpo Causal o Cuerpo de la Voluntad
Consciente. Si alguien posee los cuerpos físico, Astral,
Mental y Causal, puede por tal motivo recibir los principios
Etnicos, Anímicos o Espirituales que le convertirán
en un Hombre a imagen y semejanza de Dios.
Todos
los procesos que están en la Biblia donde se hace alusión
a la yerba verde, a todo árbol que dé frutos,
son simbólicos, obviamente debe de dar frutos en nosotros
el Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Esa semilla debe
germinar en nosotros, las lumbreras del Espíritu deben
iluminarnos, el Sol Espiritual debe darnos su luz hasta que
al fin después de tantos trabajos de Alquimia, eliminando
los agregados psíquicos, domando los peces y los animales
que dentro de nosotros tenemos y haciéndonos reyes
y señores de ellos hasta destruirlos, aparece entonces
el Hombre hecho a imagen y semejanza de Dios en el sexto día
de la Creación.
Pero
todavía no es por tal motivo el Hombre viviente, el
Hombre del sexto día está hecho únicamente
a imagen y semejanza de Dios, pero no es el Hombre viviente.
El Hombre viviente es el Hombre del séptimo día,
ese sí es el Hombre viviente, el Hombre que se ha integrado
con la Divinidad, el Superhombre, el Maestro Resurrecto, a
ese alude tácitamente el Génesis. Así
para poder transformarnos en hombres hechos a imagen y semejanza
de Dios necesitamos un shock, es decir, del conocimiento esotérico
oculto; obviamente, para convertirnos en Hombres vivientes
necesitamos de un tercer shock especial. Concretemos; para
que exista el hombre físico, necesitamos de un shock
físico que es el aire que se respira en el momento
de nacer. Para que exista el Hombre hecho a imagen y semejanza
de Dios se necesita de otro shock que está definido
con aquellas palabras que dicen: "Dijo Dios, hágase
la Luz, y la luz fue hecha y separó a la luz de las
tinieblas". El hombre ignorante necesita de un shock
especial, necesita de alguien que le lleve la enseñanza,
necesita recibir las luces del esoterismo; eso produce en
él un shock especial, sólo ese shock especial
puede transformarlo más tarde, puede convertirlo dijéramos
en lo que se llama "el Hombre hecho a imagen y semejanza
de Dios" en el sexto día. En el séptimo
día ya cambian las cosas; para llegar a ser un Hombre
viviente, un Hombre del séptimo día, se necesita
otro shock último muy especial, un Hombre del sexto
día es un Hombre hecho a imagen y semejanza de Dios,
pero no es un Hombre viviente, se necesita de un tercer shock
para convertirse en un Hombre viviente. Si un Hombre del sexto
día, hecho a imagen y semejanza del Eterno quiere convertirse
en Hombre viviente, debe hacerse Resurrecto, no podría
hacerse Resurrecto sin un shock especial, necesita descender,
bajar a los mundos infiernos, a la Novena Esfera, a desintegrar
los demonios de la Luna Negra.
Ya
les he explicado muchas veces a ustedes que la Luna Psicológica
tiene dos caras, la que se ve y la que no se ve. Así
como la luna visible tiene dos caras, la que se ve y la oculta
que está del otro lado, así también tengo
que decirles que la Luna Psicológica dentro de nosotros
mismos tiene dos caras, la que se ve, es decir, los defectos
que se ven a simple vista, y la que no se ve, la oculta. Muchos
santos que progresaron demasiado, quedaron estancados creyendo
que habían acabado con el Ego; sí, habían
destruido muchos elementos inhumanos de la parte visible de
la Luna Psicológica, mas no habían desintegrado
los elementos inhumanos de la cara oculta de la Luna Psicológica.
Se absorbieron en el Nirvana o en el Maha-Paranirvana, convencidos
de que los elementos indeseables de su psiquis habían
sido desintegrados, pulverizados; más tarde se dieron
cuenta de que no habían llegado todavía a la
meta, les quedaban muchos elementos indeseables en la parte
oculta de la Luna Psicológica.
El
Hombre hecho a imagen y semejanza de Dios tiene necesariamente
que desintegrar los elementos inhumanos de la Luna Psicológica
si es que en verdad quiere convertirse en un Hombre viviente.
Ese shock no sería factible si no se bajara a la Novena
Esfera, sólo allí se puede recibir ese shock
tan especial; recibiéndolo, sólo así
sería factible desintegrar los elementos indeseables
que en su interior tuviera. Esa clase de trabajo relacionado
con la Luna Negra se denomina en esoterismo: "la Iniciación
de Judas", es decir, la Pasión por el Señor;
raros son los seres humanos que han llegado a esas alturas,
sin embargo yo cumplo con mostrarles a ustedes el camino que
conduce a la liberación final. El camino no es para
los mentecatos, no es para las gentes que están embotelladas
dijéramos en los códigos de moral escritos por
tantos humanoides intelectuales, es un camino difícil;
a este se le llama "El Camino Estrellado". Se le
denomina así porque está simbolizado con ocho
estrellas en el firmamento, un camino lleno de peligros imprevistos,
un camino de angustias y dolor.
Por
ese camino anduvo Nicolás Flamel, el insigne alquimista
medieval; ese camino conduce a Compostela; hay que entender
lo que es la palabra Compostela. "Compo" significa
recibir, "stela" significa stella, estrella, recibir
la Estrella para convertirse en Hombre viviente. Hay que recibir
la Estrella de seis puntas, es decir, el Sello de Salomón,
esto está además debidamente documentado con
el sepulcro del Iniciado que debe resplandecer.
No
olviden ustedes que la Madre Divina Kundalini es la que levanta
los sepulcros de los Iniciados; cuando yo digo sepulcros de
los Iniciados, no me estoy refiriendo a sepulcros físicos
sino a sepulcros psicológicos donde deben ser depositados
los restos de los "yoes" muertos; el sepulcro resplandece
en el Iniciado cuando están los "yoes" dentro
del sepulcro, eso significa la Estrella de seis puntas.
El
peregrino que va a Compostela, Nicolás Flamel, simboliza
entre otras cosas el Mercurio de la Filosofía Secreta
o al Apóstol Santiago. Obviamente los doce Apóstoles
de que habla la Biblia, no son meramente doce Apóstoles
históricos como suponen los ignorantes ilustrados,
no, esas doce Potestades están dentro del Ser, son
doce partes autónomas y auto-conscientes y hasta auto-independientes
de nuestro propio Ser individual particular. De esos doce
Apóstoles el más interesante de ellos es Santiago
el Mayor. Santiago representa al Mercurio de la Filosofía
Secreta, y el Mercurio es el fundamento de la Gran Obra. Los
doce Apóstoles existieron históricamente, no
lo niego, pero ellos simbolizan o alegorizan a los doce Apóstoles
que cada uno de nosotros lleva en su interior. No quiero decir
que ya todos los aquí presentes hayan encarnado a los
doce Apóstoles, yo no llego hasta el máximo,
no quiero exagerar la nota; podemos encarnar a los doce, para
eso se necesita inevitablemente haber muerto, haber destruido
el Ego. Las doce potestades obviamente fueron depositadas
por el Señor en el vientre de la Divina Madre Kundalini;
de allí surgen, vienen, entran a nuestro cuerpo físico.
No se confundan a las doce Potestades con las doce facultades;
tenemos doce, o sea, cinco sentidos ordinarios y las siete
Iglesias del Apocalipsis; son doce facultades y no son las
doce Potestades, pero sí se relacionan en una o en
otra forma con las doce Potestades. Así pues, mis hermanos,
Santiago por ejemplo, representa a la Gran Obra y dijéramos,
las enseñanzas de la Gran Obra vienen del Padre de
todas las Luces y llegan a la Mente a través de Santiago.
Dentro
de nosotros están las doce Potestades, están
los veinticuatro Ancianos, están los cuatro elementos,
etc., etc., etc. El Ser de cada uno de nos parece un ejército
de niños inocentes, de infantes, cada una de las partes
del Ser goza de autonomía, auto-conciencia y auto-independencia.
¿Que necesitamos perfeccionar cada una de las partes
del Ser? Eso es cierto y de toda verdad, pero eso solamente
es posible eliminando los elementos subjetivos de las percepciones.
¡Perfeccionar la parte superior del Ser!, eso es muy
difícil, quien logre perfeccionar la parte superior
de su propio Ser recibe el grado de Ismesh. Son pocos los
que llegan a esas alturas, deben empezar ya, crear dentro
de nosotros mismos al Hombre hecho a imagen y semejanza del
Creador. Este hombre no podría surgir a la existencia
sin un shock especial; este shock es el de la Gnosis, es el
de la luz que lo va a sacar del estado caótico y lo
va a convertir en un Hombre auto-realizado. Pero si ahí
no más nos quedáramos, andaríamos mal.
Necesitamos crear, hacer surgir dentro de nosotros al Hombre
viviente del séptimo día, para eso se necesita
también de un shock especial que los ignorantes ilustrados
no entienden; cuando un Iniciado, que es un Hombre hecho a
imagen y semejanza del Creador, trata de convertirse en un
Hombre viviente, no es entendido; ahora se explicarán
ustedes por qué motivo los doce Apóstoles son
calumniados, los calumnian los virtuosos, los calumnian los
sacerdotes del templo y los calumnian los ancianos. ¿Quiénes
son los virtuosos? ¿Quiénes son los sacerdotes
del templo? ¿Quiénes son los ancianos? Eso vale
la pena explicarlo. Los escribas, los intelectuales, los que
están apegados a tantos códigos rancios y podridos,
esos son los falsos virtuosos que condenan a los Iniciados.
¿Quiénes son realmente los ancianos? Pues sencillamente
las gentes muy llenas de experiencia, muy juiciosas, no entienden
jamás a los Iniciados. ¿Quiénes son esos
sacerdotes? Las gentes de cada culto. De manera que los doce
Santos, las doce Potestades, los doce Apóstoles, suelen
ser calumniados, pero ellos marchan firmes hacia donde tienen
que marchar. Santiago el Mayor, el bendito patrón de
la Gran Obra, firme va por el camino que lo lleva a Compostela
-estoy hablando en un lenguaje esotérico, superior,
para los que están en Tercera Cámara-.
Así
que, mis queridos hermanos, vean ustedes esos shocks que se
reciben son necesarios para la transformación, son
vitales. Hay un libro que nos puede guiar a todos, cualquiera
de ustedes lo puede encontrar en el mercado, se vende por
montones, pero nadie, teniéndolo en su mano, nadie
es capaz de comprenderlo. ¿Quién es digno de
abrir el libro y desatar sus sellos? Ninguno podría
ni en los cielos ni en la tierra; me refiero al Apocalipsis
de San Juan; ese libro no lo entiende nadie, gracias a eso
no lo han adulterado, si no a estas horas ya sería
un cadáver; como no lo entienden lo han dejado en paz.
En el Apocalipsis de San Juan está toda la Ciencia
de la Gran Obra; allí está Santiago, aparece
en el Apocalipsis, lleva una vara, en su sombrero una concha
marina, se apoya en su báculo -la vara-, en la otra
mano empuña el Apocalipsis, en su sombrero luce la
concha, ese sombrero está hecho como cosa rara con
una calabaza. El Apocalipsis puede guiarnos si nosotros recibimos
enseñanzas del Padre de todas las Luces; es posible
recibirlas a través de Santiago. Santiago es el Mercurio
de la Filosofía Secreta, y hay que prepararlo en la
Forja de los Cíclopes, en el Laboratorium Oratorium
del Tercer Logos, ahí se prepara el Mercurio y hay
que trabajarlo; necesitamos de un Mercurio Azufrado, el Mercurio,
el Azufre y debidamente mezclado con Sal sublimada.
Volviendo
al Génesis, diremos que es una obra que tampoco entendemos.
La Biblia comienza por el Génesis y concluye con el
Apocalipsis. ¿Quién entiende el Génesis?
¿Quién entiende el Apocalipsis? Nadie. Hay autores
que suponen que todo el Génesis se relaciona exclusivamente
con el hombre; no seamos exagerados, no exageremos la nota,
se relaciona también con el Universo. Cuando alguien
está creando dentro de sí mismo al Hombre hecho
a imagen y semejanza de Dios, obviamente está trabajando
con la misma fuerza con la que Dios creó al mundo;
es como una pequeña parcela del mundo, dentro de la
cual tiene que hacerse una creación. Allí es
donde uno viene a saber de qué modo creó Dios
al mundo. Así pues, el Génesis es aplicable
a lo macrocósmico, pero en forma simbólica,
alegórica. Nadie podría entender el Génesis
si no fuera Alquimista; los Alquimistas saben que esto es
así, verbigracia: si por ejemplo para poder crear al
hombre hecho a imagen y semejanza de Dios necesitamos forzosamente
la Sal, el Azufre y el Mercurio, y esto sucede allá
arriba en el macrocosmos.
De
esos entes del espacio sin fin surge dentro de el Archeus
compuesto de Sal, Azufre y Mercurio y es de ese Archeus que
viene a surgir una nueva unidad cósmica, un nuevo sistema
solar. Aquí abajo hay que crear un Archeus dentro de
nosotros mismos con Sal, Azufre y Mercurio para que ese Archeus
brote, no una nueva unidad cósmica, sino un Hombre
hecho a imagen y semejanza del Creador.
La
Ley de las Analogías, de las Correspondencias, de la
Numerología nunca fallan, son leyes fundamentales.
Un Hombre viviente, ya no me refiero a un Hombre hecho a imagen
y semejanza de Dios, sino un Hombre viviente en el sentido
más completo de la palabra, es reconocido por los tridentes
que lleva en sus cuernos. Obviamente para ser un Hombre viviente
se necesita llevar en los cuernos los seis tridentes; si no
los tiene eso quiere decir que todavía no es un Hombre
viviente, tan sólo es un Hombre hecho a imagen y semejanza
del Creador. El Hombre viviente lleva los seis tridentes en
los cuernos; es claro, nos hace recordar al sello de Salomón,
la Estrella de seis puntas, la Estrella debe tener los seis
tridentes en los cuernos, entonces sí es un Hombre
auto-rrealizado, es un Hombre que puede establecerse firmemente
en el Sagrado Anklad. Así pues mis queridos hasta aquí
la plática de esta noche.
P.-
Maestro, para que un hombre se convierta en tridente, en "hombre
tridente", ¿necesita estar ya más elevado?
R.-
¿Que un Hombre se convierta en tridente? No, es que
los tridentes marcan exactamente los grados de perfección
alcanzados por la Razón Objetiva; si un Hombre no tiene
sino cinco tridentes, será él hecho a imagen
y semejanza del Eterno; si le aparecen en sus cuernos en la
frente cinco tridentes, obviamente se trata de un Hombre hecho
a imagen y semejanza del Creador, pero no de un Hombre viviente.
Un Hombre viviente, repito, lleva seis tridentes en los cuernos.
Sabemos muy bien lo que es un tridente, es decir, el tenedor
de tres picos; bien, los cuernos los tiene Lucifer, los lleva
el Lucifer Interior que cada uno de nosotros carga; es una
reflexión del Logos. En principio ese Lucifer es el
famoso Diablo, negro como el carbón. Cuando uno destruye
el Ego, ese Lucifer es el Arcángel de la Luz, y al
integrarse con nosotros nos convierte en Arcángeles,
también conservará sus cuernos de plata, los
cuernos de plata de los Hierofantes. El número de tridentes
indica su grado de progreso.
P.-
Maestro, hemos aprendido que hay Maestros que emprenden el
camino del Absoluto, también se nos ha dicho que todos
los Angeles que no cayeron y que se fundieron en el Absoluto
están más allá de toda posible comprensión,
¿qué clase de exaltaciones puede haber dentro
del seno del Absoluto? Bien, pero después hay Maestros
que han alcanzado la Gema Preciosa y la tiran al agua una,
dos, tres veces. ¿Qué propósitos persiguen
estos Maestros? ¿No es suficiente digamos con las exaltaciones
que se alcanzan posteriormente dentro del seno Absoluto, o
qué otra clase de exaltación o sabiduría
busca ese Maestro, ese Patriarca?
R.-
Bueno, en la India se sabe que el Iniciado o el Yogui que
persigue precisamente la unión con Dios mismo, nada
tiene más que buscar, puesto que ya encontró
a Dios, pero si quiere progresar un poco más, ahondar
más dentro de Dios, si quiere profundizarse más
en Dios -porque Dios no es ninguna persona, Dios es lo Divinal-,
necesitará por retrogradación descender otra
vez, debe volver a intentar darle vida a la Piedra Filosofal
y surgir nuevamente. Obviamente si alguien así lo hace
penetra más profundo, porque eso está alegorizado
con la famosa Ave Fénix, una ave que volaba y volaba
por ahí, y tenía una corona de oro inefable,
sus patas eran de oro, su plumaje azul, vivía miles
y miles y miles de años; y al fin cansada de vivir,
dice la mitología que fabricó un nido formado
por incienso, mirra, áloe, sándalo, etc., y
allí se incineró. La Naturaleza entera se llenó
de profunda tristeza al ver convertirse en cenizas al Ave
Fénix, mas al fin ella resucitó de entre sus
propias cenizas, más poderosa que antes, más
majestuosa, más profunda. La Naturaleza entera le temió
y le adoró. Así que, quien tira la Piedra Filosofal
al agua busca algo, busca resucitar su propia Piedra un poco
más tarde, y eso le cuesta mucho dolor, muchos sacrificios,
muchos sufrimientos; como resultado de eso dará vida
a una Piedra más poderosa, más divinal, la Piedra
de virtudes más extraordinaria, más imponderable.
P.-
Maestro, pero se nos ha dicho que hay Maestros que han llegado
más allá del sexo, que por lo tanto tienen prohibido
el sexo. ¿No podemos pensar que dentro del seno del
Absoluto exista otra clase de exaltaciones?
R.-
Incuestionablemente el Sendero que conduce al seno del Eterno
Padre Cósmico Común, es el camino del sexo,
no hay otro camino; quien se sumerge en el seno del Eterno
Padre Cósmico Común ya no vuelve otra vez al
sexo jamás; pero es muy difícil absorberse entre
el seno del Eterno Padre Cósmico Común, raros
son los que lo logran; imposible no, pero muy difícil.
Sólo esos que se sumergen en el seno del Eterno Padre
Cósmico Común son esos que han golpeado en la
puerta 13, en el Ain, en el Sat Inmanifestado, sólo
esos pueden darse el lujo de pasar más allá
del sexo.
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