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LA MENTE - EL YO - TECNICA DEL BLUE TIME


 

 


LA LUCHA DE LOS OPUESTOS

Un gran Maestro decía: "Buscad la iluminación, que todo lo demás se os dará por añadidura".
El peor enemigo de la iluminación es el Yo. Es necesario saber que el Yo es un nudo en el fluir de la existencia, una obstrucción fatal en el flujo de la vida libre en su movimiento.
Se le preguntó a un Maestro:
-¿Cual es el camino?
-¡Qué magnífica montaña!-dijo, refiriéndose a la montaña donde tenía su retiro.
-No os pregunto acerca de la montaña, sino acerca del camino.
-Mientras no puedas ir más allá de la montaña, no podrás encontrar el camino-replicó el Maestro.
Otro monje hizo la misma pregunta a ese mismo Maestro:
-¡Allá está, justo delante de tus ojos,-respondió el Maestro.
-¿Por qué no puedo verlo?
-¡Porque tienes ideas egoístas!
-¿Podré verlo, Señor?
-Mientras tengas una visión dualista y digas: Yo no puedo, y así por el estilo, tus ojos estarán obscurecidos por esa visión relativa.
-Cuando no hay ni yo, ni tú, ¿se le puede ver?
-Cuando no hay yo ni tú, ¿quién quiere ver?
El fundamento del Yo es el dualismo de la mente. El Yo se sostiene por el batallar de los opuestos.
Todo razonamiento se fundamenta en el batallar de los opuestos. Si decimos: Fulano de tal es alto; queremos decir que no es bajo. Si decimos: Estoy entrando; queremos decir que no estamos saliendo. Si decimos: Estoy alegre; afirmamos con ello que no estamos tristes, etc.
Los problemas de la vida no son sino formas mentales con dos polos: uno positivo y otro negativo. Los problemas se sostienen por la mente y son creados por la mente. Cuando dejamos de pensar en un problema, éste termina, inevitablemente.
Alegría y tristeza, placer y dolor, bien y mal, triunfo y derrota,
constituyen el batallar de los opuestos en el cual se fundamenta el Yo.
Vivimos miserablemente toda la vida de un opuesto a otro: triunfo-derrota, gusto-disgusto, placer-dolor, fracaso-éxito, esto aquello, etc.
Necesitamos liberarnos de la tiranía de los opuestos. Esto sólo es posible aprendiendo a vivir de instante en instante, sin abstracciones de ninguna especie, sin sueños, sin fantasías.
¿Habéis observado cómo las piedras del camino están pálidas y puras después de un torrencial aguacero? Uno, sólo puede murmurar un ¡Oh! de admiración. Nosotros debemos comprender ese ¡Oh! de las cosas sin deformar esa exclamación divina con la batalla de los opuestos.
Joshu, preguntó al Maestro Nansen:
-¿Qué es el tao?
-¡La vida común!-respondió Nansen.
-¿Cómo se hace para vivir de acuerdo con ella?
-Si tratas de vivir de acuerdo con ella, huirá de tí. No trates de cantar esta canción, deja que ella misma se cante. ¿Acaso el humilde hipo no viene por sí solo?
Recordad esta frase: "La Gnosis se vive en los hechos, se marchita en las abstracciones, y es difícil de hallar aún en los pensamientos más nobles."
Le preguntaron al Maestro Bokujo:
-¿Tendremos que vestir y comer todos los días? ¿Cómo podríamos escapar de todo esto?
El Maestro respondió:
-Comemos, nos vestimos...
-No comprendo-dijo el discípulo.
-Entonces, vístete y come-dijo el Maestro.
Esta es, precisamente, la acción libre de los opuestos. ¿Comemos? ¿Nos vestimos? ¿Por qué hacer un problema de eso? ¿Por qué estar pensando en otras cosas mientras estamos comiendo o vistiéndonos?
Si estás comiendo, come, y si estás vistiéndote, vístete, y si estás andando por la calle, anda, anda, anda, pero no pienses en otra cosa, haz únicamente lo que estás haciendo, no huyas de lo que estás haciendo, no huyas de los hechos, no los llenes de tantos significados, símbolos, sermones y advertencias. Vívelos sin alegorías, vívelos con mente receptiva de instante en instante.
Comprended que os estoy hablando del sendero de acción libre del batallar doloroso de los opuestos.
Acción sin distracciones, sin escapatorias, sin fantasías, sin abstracciones de ninguna especie.
Cambiad vuestro carácter, amadísimos, cambiadlo a través de la acción inteligente, libre del batallar de los opuestos.
Cuando se les cierran las puertas a las fantasías, se despierta el órgano de la intuición.
La acción, libre del batallar de los opuestos, es acción intuitiva, es acción plena. Donde hay plenitud, el Yo está ausente.
La acción intuitiva nos conduce de la mano hasta el despertar de la conciencia.
Trabajemos y descansemos felices, abandonándonos al curso de la vida. Agotemos el agua turbia y podrida del pensamiento habitual y en el vacío fluirá la Gnosis, y con ella, la alegría de vivir.
Esta acción inteligente, libre del batallar de los opuestos nos eleva a un punto en el cual algo debe romperse. Cuando todo marcha bien, se rompe el techo rígido de pensar, y la luz y el poder del Íntimo, entran a raudales en la mente que ha dejado de soñar.
Entonces, en el mundo físico y fuera de él, durante el sueño del cuerpo material, vivimos totalmente conscientes e iluminados, gozando la dicha de la vida en los mundos superiores.
Esta tensión continua de la mente, esta disciplina, nos lleva al despertar de la conciencia. Si estamos comiendo y pensando en negocios, es claro que estamos soñando. Si estamos manejando un automóvil y estamos pensando en la novia, es lógico que no estamos despiertos, estamos soñando. Si estamos trabajando y estamos recordando al compadre o a la comadre, al amigo o al hermano, etcétera, es claro que estamos soñando.
La gente que vive soñando en el mundo físico, vive también soñando en los mundos internos durante aquellas horas en que el cuerDo físico está durmiendo.
Se necesita dejar de soñar en los mundos internos. Cuando dejamos de soñar en el mundo físico, despertamos aquí y ahora y ese despertar aparece en los mundos internos.
Buscad primero la iluminación que todo lo demás se os dará por añadidura.
Quien está iluminado ve el camino, quien no está iluminado no puede
ver el camino y fácilmente puede extraviarse en la senda y caer en el abismo.
Son terribles el esfuerzo y la vigilancia que se necesitan de segundo en segundo, de instante en instante, para no caer en ensoñaciones. Basta un minuto de descuido y ya la mente está soñando al acordarse de algo, al pensar en algo distinto al trabajo o al hecho que estamos viviendo en el momento.
Cuando en el mundo físico aprendemos a estar despiertos de instante en instante, en los mundos internos, durante las horas del sueño del cuerpo físico y también después de la muerte, vivimos despiertos y auto-conscientes de instante en instante.
Es doloroso saber que la conciencia de todos los seres humanos duerme y sueña profundamente, no solamente durante aquellas horas dé reposo del cuerpo físico, sino también durante ese estado, irónicamente llamado de vigilia.
La acción, libre de dualismo mental, produce el despertar de la conciencia.


PROBISTMO

Probistmo, es la ciencia que estudia las esencias mentales que encarcelan al alma. Probistmo es la ciencia de las pruebas esotéricas.
Probistmo, es aquella sabiduría interna que nos permite estudiar las cárceles del entendimiento.
Probistmo es la ciencia pura que nos permite conocer a fondo los errores de las mentes individuales.
La mente humana debe libertarse del miedo y de las apetencias. La mente humana debe liberarse de las ansias de acumulación, de los apegos, de los odios, de los egoísmos, de las violencias, etc.
La mente humana debe liberarse de los procesos del razonamiento que dividen la mente en el batallar de las antítesis.
Una mente dividida por el proceso deprimente de la opción no puede servir de instrumento al Íntimo.
Hay que cambiar el proceso del razonamiento por la belleza de la comprensión.
El proceso de la elección conceptual divide a la mente y da nacimiento a la acción errada y al esfuerzo inútil.
El deseo y las apetencias son trabas para la mente. Esas trabas conducen al hombre a toda clase de errores cuyo resultado es el Karma.
El miedo ejerce sobre la mente el deseo de seguridad. El deseo de seguridad esclaviza la voluntad convirtiéndola en una prisionera de auto-barreras definitivas, dentro de las cuales se esconden todas las miserias humanas.
El miedo trae toda clase de complejos de inferioridad. El miedo a la muerte hace que los hombres se armen, y que unos a otros se asesinen. El hombre que carga revólver al cinto es un cobarde, un miedoso. El hombre valeroso no carga armas porque no le tiene miedo a nadie.
El miedo a la vida, el miedo a la muerte, el miedo al hambre, el miedo
a la miseria, el miedo al frío y a la desnudez, engendran toda clase de complejos de inferioridad. El miedo conduce a los hombres a la violencia, al odio, a la explotación, etc.
La mente de los hombres vive de cárcel en cárcel, y cada cárcel es una escuela, una religión, un concepto errado, un prejuicio, un deseo, una
opinión, etc.
La mente humana debe aprender a fluir seriamente, en forma integral, sin el proceso doloroso de los razonamientos que la dividen con el batallar de las antítesis.
La mente debe volverse como un niño para que pueda servir de instrumento al Íntimo.
Debemos vivir siempre en el presente porque la vida es tan sólo un instante eterno.
Debemos liberarnos de toda clase de preconceptos y deseos. Debemos movernos únicamente bajo los impulsos del Íntimo. La codicia, la ira, la lujuria, tienen su guarida en la mente. La codicia, la ira, la lujuria, conducen a las almas al Avitchi.
El hombre no es la mente. La mente es tan sólo uno de los cuatro cuerpos de pecado. Cuando el hombre se identifica con la mente va al abismo.
La mente es tan sólo un pollino en el que debemos montar parar entrar en la Jerusalén celestial en Domingo de Ramos.
Cuando la mente nos asedie con representaciones inútiles, hablémosle así: ¡Mente, retírame estas representaciones, no te las acepto, tú eres mi esclava y yo soy tu señor!
Cuando la mente nos asedie con representaciones de odio, miedo, cólera, apetencias, codicia, lujuria, etc., hablémosle así: ¡Mente, retírame estas cosas, no te las acepto, yo soy tu amo, yo soy tu señor y tú debes obedecerme porque eres mi esclava hasta la consumación de los siglos!
Ahora necesitamos hombres de thelema, hombres de voluntad que no se dejen esclavizar por la mente.

LA DIDÁCTICA DE LA DISOLUCIÓN DEL YO

La mejor didáctica para la disolución del Yo, se halla en la vida práctica intensamente vivida.
La convivencia es un espejo maravilloso donde el Yo se puede contemplar de cuerpo entero.
En la relación con nuestros semejantes, los defectos escondidos en el fondo sub-consciente, afloran espontáneamente, saltan fuera, porque el subconsciente nos traiciona y si estamos en estado de alerta percepción, entonces, los vemos tal cual son en Sí mismos.
La mejor alegría para el gnóstico es celebrar el descubrimiento de alguno de sus defectos.
Defecto descubierto, defecto muerto. Cuando descubrimos algún defecto, debemos verlo en escena como quien está viendo cine, pero sin juzgar ni condenar.
No es suficiente comprender intelectualmente el defecto descubierto, se hace necesario sumergirnos en profunda meditación interior para atrapar al defecto en los otros niveles de la mente.
La mente tiene muchos niveles y profundidades y mientras no hayamos comprendido un defecto en todos los niveles de la mente, nada habremos hecho y éste continuará existiendo como demonio tentador en el fondo de nuestro propio subconsciente.
Cuando un defecto es íntegramente comprendido en todos los niveles de la mente, entonces, éste se desintegra, al desintegrar y reducir a polvareda cósmica el Yo que lo caracteriza.
Así es como vamos muriendo de instante en instante. Así es como vamos estableciendo dentro de nosotros un centro de conciencia permanente, un centro de gravedad permanente.
Dentro de todo ser humano que no se halle en último estado de degeneración, existe el Budhatta, el Principio budhístico interior, el
material psíquico o materia prima para fabricar eso que se llama Alma.
El Yo pluralizado gasta torpemente dicho material psíquico en explosiones atómicas absurdas de envidias, codicia, odios, celos, fornicaciones, apegos, vanidades, etc.
Conforme el Yo pluralizado va muriendo de instante en instante, el material psíquico se va acumulando dentro de nosotros mismos, convirtiéndose en un centro permanente de conciencia.
Así es como vamos individualizándonos poco a poco. Desegoistizándonos nos individualizamos. Empero, aclaramos que la individualidad no es todo, con el acontecimiento de Belén debemos pasar a la sobre-individualidad.
El trabajo de disolución del Yo es algo muy serio. Necesitamos estudiarnos a sí mismos, profundamente, en todos los niveles de la mente. El Yo es un libro de muchos tomos.
Necesitamos estudiar nuestra dialéctica, pensamientos, emociones, acciones de instante en instante, sin justificar ni condenar. Necesitamos comprender íntegramente en todas las profundidades de la mente, todos y cada uno de nuestros defectos.
El Yo pluralizado es el subconsciente. Cuando disolvemos el Yo, el subconsciente se convierte en consciente.
Necesitamos convertir el subconsciente en consciente y eso sólo es posible logrando la aniquilación del Yo.
Cuando el consciente pasa a ocupar el puesto del subconsciente, adquirimos eso que se llama conciencia continua.
Quien goza de conciencia continua, vive consciente en todo instante, no sólo en el mundo físico sino también en los mundos superiores.
La humanidad actual es subconsciente en un noventa y siete por ciento, y por ello, duerme profundamente, no solamente en el mundo físico, sino también en los mundos suprasensibles durante el sueño del cuerpo físico y después de la muerte.
Necesitamos la muerte del Yo, necesitamos morir de instante en instante, aquí y ahora, no solamente en el mundo físico, sino también en todos los planos de la Mente cósmica.
Debemos ser despiadados para con nosotros mismos y hacerle la disección al Yo con el tremendo bisturí de la autocrítica.


"BLUE TIME" O TERAPÉUTICA DEL REPOSO

En el umbral misterioso del Templo de Delfos existía grabada en la piedra viva una máxima griega que decía NOSCE TE IPSUM, "Hombre, conócete a tí mismo y conocerás el Universo y a los Dioses".
El estudio de sí mismo, la serena reflexión, es obvio que en última instancia concluye en la quietud y en silencio de la mente.
Cuando la mente está quieta y en silencio, no sólo en el nivel superficial, intelectual, sino en todos y cada uno de los 49 departamentos subconscientes, adviene entonces lo nuevo, se desembotella la esencia, la conciencia, y viene el despertar del alma, el éxtasis y el shamadhí.
La práctica diaria de la meditación nos transforma radicalmente. Las gentes que no trabajan en la aniquilación del yo viven mariposeando de escuela en escuela y no encuentran su centro permanente de gravedad, mueren fracasadas sin haber logrado la Autorrealización íntima del Ser.
El despertar de la conciencia sólo es posible mediante la liberación y emancipación del dualismo mental, del batallar de las antítesis, del oleaje intelectual. Cualquier lucha subconsciente, infraconsciente o inconsciente, se convierte en una traba para la liberación de la esencia.
Toda batalla antitética, por insignificante e inconsciente que sea ella, acusa, en los infiernos atómicos del hombre, puntos obscuros desconocidos. Observar y conocer esos aspectos infrahumanos del sí mismo, resulta indispensable para lograr la absoluta quietud y silencio de la mente. Sólo en ausencia del yo es posible experimentar y vivir la Revolución Integral y la Revolución de la Dialéctica.
El "Blue Time" o Terapéutica del Reposo tiene reglas básicas, sin las cuales resultaría imposible emanciparnos de los grilletes mortificantes de la mente. Estas reglas son:
1.-RELAJACIÓN: Es indispensable aprender a relajar el cuerpo para la meditación; ningún músculo debe quedar en tensión. Es urgente provocar y graduar el sueño a voluntad. Es evidente que de la sabia combinación de sueño y meditación resulta eso que se llama Iluminación.
2.-RETROSPECCIÓN: ¿Qué se busca a través de la retrospección? El animal intelectual, debido a la vida mecánica que vive diariamente, se olvida de sí mismo y cae en la fascinación; anda con la conciencia
dormida sin recordar qué hizo en el instante de levantarse, desconociendo los primeros pensamientos del día, sus actuaciones y lugares donde ha estado.
La retrospección tiene como finalidad la toma de conciencia de todas las actuaciones o acciones del pasado. Al realizar la retrospección en la meditación, no pondremos objeciones a la mente; traeremos el recuerdo de las situaciones del pasado, desde el instante en el que se inicie la retrospección hasta el momento de la vida que nosotros deseemos. Cada recuerdo debemos estudiarlo sin identificarnos con él.
3.-REFLEXIÓN SERENA: Primeramente, hay que hacernos plenamente conscientes del estado de ánimo en el que nos encontramos antes de qué surja cualquier pensamiento. Observar serenamente nuestra mente, poner atención plena en toda forma mental que haga su aparición en la pantalla del intelecto.
Es perentorio convertirnos en vigías de nuestra propia mente durante cualquier actividad agitada, y detenernos por un instante para observarla.
4.-PSICOANÁLISIS: Indagar, inquirir, investigar la raíz y el origen de cada pensamiento, recuerdo, afecto, emoción, sentimiento, resentimiento, etc., conforme van surgiendo en la mente.
Durante el psicoanálisis se deberá examinar, aquilatar e inquirir sobre el origen, causa, razón o motivo fundamental de todo pensamiento, recuerdo, imagen y asociación, conforme van surgiendo desde el fondo del subconsciente.
5.-MANTRALIZACIÓN O KOAN: Los objetivos de esta etapa son: a) Mezclar dentro de nuestro universo interior las fuerzas mágicas de los mantras o koanes. b) Despertar conciencia. c) Acumular íntimamente átomos crísticos de altísimo voltaje.
En este trabajo psicológico el intelecto debe asumir un estado receptivo, íntegro, uni-total, pleno, tranquilo y profundo. Con los koanes o frases que descontrolan a la mente se logra el estado receptivo uni-total.
6.-ANÁLISIS SUPERLATIVO: Consiste en un conocimiento introspectivo de sí mismos. Introvertirnos es indispensable durante la meditación de fondo.
En este estado se trabajará en el proceso de la comprensión del yo o defecto que se quiere desintegrar. El estudiante gnóstico se concentrará en el agregado psicológico y lo mantendrá en la pantalla de la mente. Ante todo, es indispensable ser sincero consigo mismo.
El análisis superlativo consta de dos fases, que son:
a) Auto-exploración: Indagar en lo profundo de la conciencia y en los 49 niveles del subconsciente cuándo fue la primera vez en la vida que se manifestó el defecto, cuándo la última y en qué momentos es que tiene más fuerza para manifestarse.
b) Auto-descubrimiento: Investigar cuáles son los alimentos del yo. Fraccionar y dividir al defecto en varias partes y estudiar cada una de éstas para lograr conocer de qué clase de yoes proviene y qué clase de yoes derivan de él.
7.-AUTO-JUICIO: Sentar al defecto en estudio en el banquillo de los acusados. Traer a juicio los daños que ocasiona a la conciencia y los beneficios que traería a nuestra vida la aniquilación del defecto que se está juzgando.
8.-ORACIÓN: A la Divina Madre Kundalini, la Madre interior e individual, se le pedirá con mucho fervor. Se le hablará con franqueza e introvertiendo todos los defectos y fallas que tenemos para que Ella, que es la única capaz de desintegrar los yoes, los desintegre hasta su misma raíz.
Resulta agradable e interesante asistir, cada vez que se pueda, a las Salas de meditación-Lumisiales gnósticos.
Es imprescindible practicar la meditación siempre con los ojos cerrados a fin de evitar las percepciones sensoriales externas.

del libro "La revolución de la dialéctica"


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