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UN DESAFIO EN LA MISION GNOSTICA


 

 


Diversas instituciones gnósticas celebran en Marzo el "Mes Misional", un período en el que se redoblan esfuerzos para llevar la Gnosis a los lugares a los que no ha llegado aún.
Esta labor tan esmerada y en ocasiones prodigiosa, es llevada a cabo por misioneros que trabajan sin recompensa física y que sacrifican su tiempo y dedican su esfuerzo en entregar a otros las enseñanzas del V. M. Samael Aun Weor. Estos misioneros, y en general los encargados de las tareas de difusión, cuentan para ello con el elemento más valioso: la doctrina de Acuario, en la cual se develan las grandes claves del esoterismo.
Pero no es fácil llevar este conocimiento a un mundo tan dispar, con tanta diversidad cultural, con tradiciones tan arraigadas y a su vez tan globalizado. Es entonces fundamental preguntarnos el papel que debe desempeñar la gnosis como doctrina regenerativa del ser humano, ante este complejo panorama.
Naturalmente que esta tarea está sometida a delicadas leyes e influencias provenientes de planos más sutiles. Para cumplir con la misión gnóstica a cabalidad debemos, ante todo, contar con la asistencia de la Logia Blanca y en particular del mismo Avatara. Mas también es cierto que "el hombre propone y Dios dispone" y tal vez sea bueno revisar algunas de nuestras propuestas.

Si nosotros reflexionamos en la gnosis, coincidiremos en que no es un conocimiento específico, sino que es, en sí misma, la esencia del conocimiento, aquello que permite entender el significado de las grandes tradiciones místicas, esotéricas, filosóficas y científicas. Hoy en día, en que las comunicaciones y los medios de transporte han "achicado" al mundo, nos encontramos ante una situación muy particular: la globalización ha logrado que esas tradiciones y conocimientos de oriente y occidente estén en todas partes, lleguen hoy a todos a través de los medios, y también a través de Internet.

Es cierto que existe un gran "supermercado espiritual", en el que buena parte de los conocimientos brindados tienen oscuros intereses económicos o de poder, pero también existen legítimas corrientes, que hoy se presentan renovando sus métodos de trabajo, a la luz de una sociedad cada vez más modernizada. La gnosis no puede estar ajena a estos procesos y los gnósticos nos vemos en la necesidad de separar lo sutil de los espeso y comenzar a entender la Gnosis en el amplio contexto de las renovaciones de las corrientes espirituales del pasado.
Ese es en nuestra opinión, un desafío fundamental que se presenta a la misión gnóstica, hoy en día.

Continuamente aparecen nuevas informaciones y prácticas anexas a nuestros estudios gnósticos y deberíamos preguntarnos como relacionarlas con el conocimiento gnóstico y qué camino queremos desarrollar en la difusión de una doctrina, en buena parte fundamentada en la comprensión de las legítimas corrientes espirituales de todos los tiempos. El mundo está en un permanente cambio: la ciencia también se renueva y nuevos descubrimientos deben ser considerados. Nuevas tecnologías, nuevas enfermedades, costumbres nuevas y en general desafíos nuevos nos obligan a renovar nuestra capacidad de pensar. Más aún si el objeto de nuestra reflexión es la práctica espiritual.
La gnosis obviamente no nació con la creación del MGCU por parte del V. M. Samael sino que ha permanecido en forma velada durante miles de años, accesible sólo a algunos iniciados con merecimientos propios. Lo que realmente ha cambiado hoy en día es que no se necesita ser iniciado para conocer las claves, sino que cualquier persona que tenga inquietudes espirituales y un poco de continuidad de propósitos puede conocerlas. Aún así, el V. M. Samael nos entrega un conocimiento no digerido que es la forma real de alimentar las inclinaciones espirituales que cada uno tiene.
Esto nos recuerda una anécdota zen en la que un discípulo le pregunta a su maestro por qué razón no explica las enseñanzas que entrega. El maestro entonces toma una naranja y le dice:
-aquí tienes esta fruta ¿la quieres?-
-Sí - responde el discípulo
El maestro la pela y pregunta de nuevo - ¿la quieres?
- Si, claro - vuelve a responder.
Entonces el maestro se la lleva a la boca, la mastica, la toma de entre sus dientes y le vuelve a preguntar:
- Ahora, ¿la quieres?
Podemos imaginar el resto de la historia.
Así es que el conocimiento que entrega la Logia Blanca no es jamás un conocimiento digerido, que no nos alimentaría. Somos nosotros quienes debemos tomarlo y llevarlo a la práctica por sí mismos.

El Maestro dice insistentemente frases como ""... Ninguna persona culta caería hoy como antaño en el error simplista de hacer surgir la Gnosis de alguna exclusiva latitud espiritual... la Gnosis es un funcionalismo muy natural de la conciencia; una filosofía perenne y universal" "Respetamos todas las religiones y creencias"," Todas las religiones son perlas preciosas engarzadas en el hilo de oro de la divinidad", etc, etc... Todos los instructores y directivos hemos repetido esas frases cientos de veces. Entendiendo el significado de estas afirmaciones, comenzaremos a difundir la gnosis como un viento cálido, no sectario, integrativo. La gnosis no pierde identidad por un cotejo con diversas culturas, porque la naturaleza de la gnosis es ese conocimiento perenne y universal, capaz de renovar por sí mismo las inquietudes espirituales de cada individuo, dentro de su propia corriente cultural.
Desde este punto de vista es posible tomar las enseñanzas de muchos maestros universales sin alterar la esencia de la doctrina. EL V. M. Samael expone los sagrados conocimientos dados por maestros de todas las culturas y corrientes religiosas y filosóficas, y los explica en función de las claves universales develadas por él. La esencia de la enseñanza está en la comprensión y aplicación de esas claves, de esos conocimientos propios de la Era de Acuario, sin los cuales, cualquier intento de regeneración está destinado al fracaso.
De esa manera, la correcta asimilación de la Gnosis es una continua revalorización de los principios gnósticos en la vida diaria. No se puede caer en la idea de que la Gnosis del V. M. Samael es un conjunto de prácticas, limitado en su extensión a lo que el Maestro da, y cerrado a cualquier práctica no comprendida en esos textos.
Tampoco podemos reducir la Gnosis a una cuestión de enfoques, porque el camino se recorre de acuerdo a la particularidad de cada uno. Realmente no hay muchos puntos de coincidencia cultural entre maestros como el Swami Sivananda y Wagner, por ejemplo, sin embargo el V. M. Samael es capaz de tomar y utilizar sus enseñanzas en provecho de las bases del conocimiento gnóstico.
No ignoramos que existen desviaciones sutiles y groseras y muchos sofismas de distracción, pero la solución a este respecto no consiste en encerrarse detrás de un muro.
El camino interior es muy individual y cada cual tiene afinidades con diversos enfoques doctrinarios y prácticas determinadas. Estimo que cuando los gnósticos comprendamos que la gnosis es integrativa, la doctrina que predicamos llegará en forma resplandeciente a todos los rincones del mundo.

La Misión que propone el Avatara es hacer vibrar los corazones de gente de todas las culturas, pero para eso debemos respetar todas las tradiciones sagradas. En algunos casos debe ser necesario estudiarlas. La gnosis no es más que el sagrado conocimiento encerrado en esos ritos y tradiciones y que les da vida y sentido. Podemos afirmar que la gnosis no ha venido a cambiar las tradiciones espirituales, sino a enseñar la correcta forma de llevar a cabo la práctica de estas corrientes espirituales. Esta tarea, se nos ocurre, es una de las más importantes que debe encarar un misionero gnóstico en el momento de llegar a un país y una cultura diferentes. El Cristianismo Gnóstico de los primeros tiempos se adaptó a las culturas a las que iban los misioneros e iba tomando el color de esas culturas, por ejemplo con la prédica de San Pablo por la antigua Roma. El budismo llegó al Tíbet y se convirtió en el budismo tibetano. La gnosis debe también renovar las diversas formas religiosas y culturales, sin perder la identidad de las enseñanzas Samaelianas. La identidad está más allá de un conocimiento específico, es la identidad de la doctrina acuariana, con el conocimiento secreto develado merced a la gran misericordia divina por el V. M. Samael.

Otro aspecto a considerar es la relación con las nuevas vertientes de las antiguas tradiciones que se están desarrollando en todo el mundo. Muchas veces hemos notado una especie de temor por parte de los orientadores gnósticos en contemplar los conocimientos enseñados por Maestros actuales de estas vertientes. Se cae entonces en el facilismo de apreciar a los Maestros de otros tiempos y desechar a los contemporáneos.
El hecho de contemplar con respeto a los maestros contemporáneos nos obliga a discernir y apreciar las enseñanzas modernas en su justo valor. No es poniendo una coraza entre los estudiantes gnósticos y los maestros contemporáneos de otras corrientes como vamos a lograr preservarnos de las pésimas influencias de ese supermercadismo espiritual del que hablábamos, sino enseñando (y aprendiendo) a discernir en dónde hay una enseñanza sagrada y en dónde nos encontramos ante una forma desvirtuada, hueca o vacía de contenido. También es cierto que esas enseñanzas deben ser apreciadas con equilibrio. Todos sabemos que no es llenándonos de enseñanzas como vamos a recorrer el camino, sino realizando una firme práctica espiritual. Así que es necesario encontrar nuestra tónica particular y llevarla a cabo.

En este mes misional en el que muchos grupos gnósticos celebran y trabajan por la labor gnóstica de difusión, queremos dar este aporte. La Gnosis está llamada a ser algo diferente a "una escuela más", que brinda un conocimiento específico. Debe ser la escuela que permita al practicante espiritual llevar a cabo una total regeneración de sí mismo y entrar en el estrecho camino y eso está más allá de fronteras, de culturas, de tradiciones y de opiniones.

Paz inverencial


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